Despues de 50 dias viajando entre Europa y Medio Oriente, y tras una larga estadía en Africa, los eternos 20 dias que estuvimos en Egipto, finalmente llegamos a India. Tomamos el vuelo low cost de Air Arabia con un stop de solo una hora en Sharjah (Emiratos Arabes Unidos) y unas pocas horas mas tarde aterrizamos en Bombay, el corazón financiero de este ansiado país.
Dicen que hay una India para cada uno de nosotros, que la impresión y la vivencia que cada uno tiene en este país es extremadamente particular, y por mas que lo intente no puedo ser objetiva, el solo hecho de observar hace que introduzca mis preconceptos, prejuicios, emociones y sensaciones que terminan “modificando” la realidad que observo, lejos de ponerme a filosofar, solo aclaro que estas son mis humildes percepciones.
Bombay es una inmensa ciudad con todo lo que eso implica, muchísima gente, caos infernal de transito, bocinazos, y mucho, pero mucho calor. Arribamos a las 4 de la mañana con una temperatura de 30 grados, una humedad del 100% y todavía ni asomaba el sol, es como estar 24 horas metido en el sauna, uno no para de sudar en ningún momento y juro que no exagero.
Lleva un tiempo aclimatarse, creo que aún no lo he logrado, pero estoy dando grandes indicios de estar mejorando, al menos hago mi mayor esfuerzo por “controlar” el malhumor que me genera este calor, es tan abrasador que no me deja pensar. Ya pasará…
A decir verdad Bombay no me provocó el shock negativo que esperaba, quizás estaba preparada para ver la peor miseria humana y afortunadamente no es tan asi, quizás el ojo se acostumbra a ver otras realidades, es cierto que hay mucha pobreza traducida entre otras cosas, en la enorme cantidad de gente durmiendo en la calle sin nada mas que lo puesto, como si se hubiesen desmayado y quedaron tirados en el piso, gran cantidad de mendigos, lo mas triste es que hay muchos chicos muy chiquitos pidiendo y personas con deformidades varias que prefiero no mirar. Que no los mire no implica que no estén ahí, siento que no puedo hacer nada y por ahora, con un nudo en el estómago prefiero hacer la vista a un lado.
Si uno se aisla en Colaba, uno de los barrios mas ricos de la ciudad y el recomendado por la Lonely Planet, se encuentra con un colorido y extenso mercado callejero de ropa, copias de los últimos best-sellers y puestos de comida tipica, además de bares donde se puede tomar cerveza escuchando música occidental y muchos restaurantes elegantes con una amplia oferta gastronómica para todos los gustos y bolsillos, no muy distinto de cualquier otra ciudad que conocemos.
Las mujeres usan sus hermosos y coloridos saris, hasta las mas pobres usan sus trajes tipicos, y los hombres visten como en todos lados, nada para destacar. Lo que me llama mucho la atención es su fisonomía, en general son mas bien bajos de estatura y de contextura física pequeña. Mas allá de que sean flacos tienen huesos chicos, los cuerpos de los adultos promedio son comparables con cuerpos de púberes, con espaldas y caderas muy estrechas. Esto se ve claramente en el ómnibus, en el asiento para dos no cabemos cómodas nosotras y antes de que surja el chiste fácil digo que los asientos son chicos!. El color de piel es el que todos conocemos gracias a Apu de Los Simpsons y la mayoría habla un inglés bastante jodido de entender, el mismo inglés de Apu.
La ciudad está llena de edificios de la época de la colonia inglesa, sobresale el Hotel Taj Majal con su impresionante arquitectura y sus lujosas galerías donde se pueden comprar carteras Louis Vuitton, vestidos de Moschino o un traje de Ermenegildo Zegna que, por supuesto, son inaccesibles en cualquier parte del mundo.
Y el deporte mas popular, también legado inglés, es el criquet. (A que parece que estamos en UK!!)
Visitamos la isla Elefanta con sus templos excavados en la roca rindiendo culto a Shiva, y nos aventuramos en Fort para conocer el museo de Gandhi, la casa donde trabajó y vivió durante su estancia en Bombay. Me emocionó muchísimo estar en contacto con sus cosas, sus fotos, leer algo de su correspondencia, recorrer rápidamente su lucha. Su vida misma estremece el corazón de cualquiera y me quedé pensando: un solo hombre, una causa y su medio: la no violencia. De sólo escribirlo se me pone la piel de gallina nuevamente.
Continuamos nuestro recorrido hacia la mezquita de Haji Ali, tomamos un taxi que nos no entendió nada y nos dejó al ataredecer en el Ghat, el lugar donde miles de personas se congregan diariamente a lavar la ropa en amplios piletones, la imagen habla por sí sola.
Después de unos días en Bombay nos tomamos el tren nocturno (que merece un capitulo aparte) y llegamos a Goa, estamos descansando un poco en una playa llena de palmeras para poder seguir. Y como siempre digo estamos muy bien y FELICES.
"La fuerza no proviene de la capacidad física sino de la voluntad indomable"
Mahatma Ghandi.
2 comentarios:
Clau, cada vez más lindos tus relatos.. leerte es puro sentir..
En la soñada Goa finalmente.
Las quiero,
más besos
Gracias Peti!!!
Te extranamos, te queremos aca con nosotras!!!
En unos dias nos vamos a Bangalore, si, si, al original! y por supuesto brindaremos a tu salud y a la de todos nuestros amigos.
Besos mil!!!
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