jueves, 24 de junio de 2010
100 dias!!!!!
Hoy cumplimos 100 dias de viaje!!!!
En estos 100 dias estuvimos en 8 paises, Inglaterra, Grecia, Turquia, Siria, Jordania, Israel, Egipto y llegamos a India.
el siguiente link es a un resumen de fotos que hizo Clau.
http://www.facebook.com/album.php?aid=229674&id=758027362&l=239091ff52
viernes, 11 de junio de 2010
Resumiendo.... Mogas y Brungui conocieron otra de las 7 maravillas del mundo.
Finalmente nos pusimos en gastos y nos fuimos a dar un paseo en camello por el desierto de Pushkar, la experiencia digamos que fue bastante atemorizante, pagamos un paseo de dos horas y a los quince minutos queriamos volver, y eso que nuestro camello solo caminaba, el de nuestro amigo David se puso a correr!!!!
Muy lindo el camello, muy pintoresco, muy buenas las fotos, yo no me subo mas!. Nunca pense que me iba a dar tanto miedo y eso que todavia nos falta pasear en elefante.
Tambien pasamos unos dias paseando en el palacio de Udaipur y asistimos a una boda en Jaipur, si si, Mogas y Brungui ahora son las rompebodas. En cuanto tenga las fotos las subo, fue la primera vez que voy a un casamiento en ojotas havaianas, con Mogas nos comimos todo lo que habia, pasamos por todas las mesas degustando la comida, claro que el casamiento indio no se parece en nada al nuestro, prometo un post con mas detalles.
Y despues de algunas compras, dejamos Jaipur (Mogas ya tiene un bolso adicional) para llegar a Agra y conocer otra de las siete maravillas del mundo, el Taj Mahal, es sencillamente hermoso, impactante, impresionante.
miércoles, 9 de junio de 2010
Hipponeando en Pushkar
Despues de la meditacion quedamos hechas una seda, caso contrario no hubiesemos podido aguantar las 26 horas del tren fantasma a Bombay y seguido a eso, con un intervalo de media hora, nos clavamos unas 19 horas mas en micro a Udaipur. Lo bien que hace el Vipassana..... (el video del tren fantasma esta posteado en mi facebook y en el de Mogas)
Udaipur es un pueblito muy tranquilo, con un lago seco debido a que los ultimos 4 años no llovio lo esperado, sin embargo no deja de ser muy pintoresco con sus palacios y sus gaths.
De ahi nos fuimos a Pushkar, la ciudad sagrada de los brahmines, que nos dieron su bendicion y nos hicieron la gran estafa, ya lo contare en otro post. Aca la prueba de la "bendicion".
Lo mas interesante de este pueblo, es que fuimos por un dia y nos quedamos mas de la cuenta, muy a gusto en el hotel copado por los amigos argentinos y españoles. Despues de casi 3 meses volvimos a tomar mate, que placer!!.
Nos pasamos los dias hipponeando en la comuna, regateando en el mercado (mi deporte favorito en estos dias) y comiendo mangos y chapati. Esto es vida, y sino miren el agua radioactiva de la pileta.
Si, si, en esta mismisima agua verde nos metiamos todo el dia, lejos quedaron los tiempos de aguas cristalinas.
jueves, 3 de junio de 2010
Meditando en el Dhamma Setu.... redefiniendo la palabra intensidad...
Los once días que pase en el Vipassana Meditation Center fueron, sobre todo, intensos.
Para comenzar, la noche anterior llegó el monsoon y no paró de llover ni un instante, Chennai se quedó sin luz colapsada por la inminente inundación. Sumergidas unos 20 cm en agua, lodo, barro y no se que mas, caminamos con las mochilas a cuestas en busca del post office para enviar las postcards adquiridas recientemente en el Iskon Temple de los Hare Krishna, y luego de eso esperamos bajo el techo de un hotel que amainara un poco el temporal, algo que por supuesto, no sucedió.
El Dhamma Setu se encuentra alejado del centro de la ciudad, en una poco accesible zona rural, a la que llegamos luego de tomar el tren, caminar bajo la lluvia hasta la parada de micros completamente mojadas, por momentos cerraba los ojos por miedo a perder las lentes de contacto, y finalmente un rickshaw nos dejó en el lugar, o casi…. porque nos tiró en la ruta principal y tuvimos que bajar entre el barro, las vacas y los burros. Finalmente sorteamos todas las piedras del camino y llegamos al Centro, nadie dijo que esto iba a ser fácil.
El lugar es precioso, tiene un parque enorme rodeado de arboles, palmeras, plantas y flores, un puentecito que comunica el Dhamma Hall con la Pagoda y está completamente dividido el sector de mujeres y de hombres, de hecho cada sector tiene su camino, su edificio con las habitaciones y su propio comedor. En el único momento en que nos juntamos en mientras meditamos, pero cada uno tiene asignado su sector, el derecho es el de las mujeres y desde el primer momento te asignan un almohadón que se mantendrá en el mismo lugar hasta el último día.
Al llegar nos asignaron las habitaciones, nos pidieron que dejaramos bajo custodia los libros, la música, la compu, la cámara de fotos, y cualquier otro elemento de distracción y la comida. Con Mogas nos despedimos e hicimos los votos de silencio, durante los próximos 10 dias observaríamos “noble silence” que implica no solo no hablar, sino que tampoco se pueden hacer gestos ni siquiera establecer contacto visual con el resto de los meditadores.
Y aceptamos cumplir con el siguiente timetable:
4.00 am suena la campana de despertarse (si, si, de noche, en plena madrugada)
4.30 a 6.30 Meditacion en el Hall (que incluye escuchar durante media hora la grabación del guru cantando mantras con voz de ultratumba)
6.30 a 8.00 Desayuno y descanso (acá aprovechaba a dormir hasta que me tiraran la puerta abajo con la campana)
8.00 a 9.00 Group sitting (durante estas meditaciones nadie puede abandonar el Hall y se debe mantener la misma postura con firme determinación, como en zazen)
9.00 a 11.00 Meditacion en el Hall
11.00 a 13.00 Almuerzo y descanso (comía en 15 minutos y nuevamente me encerraba en el cuarto a dormir hasta que sonara la fucking campana nuevamente)
13.00 a 14.30 Meditacion en el Hall
14.30 a 15.30 Group sitting
15.30 a 17.00 Meditacion en el Hall
17.00 a 18.00 Te y descanso (esta era la ultima comida del dia, e incluia una fruta, te y arroz inflado)
18.00 a 19.00 Group sitting
19.00 a 20.30 Discurso (proyectaban un video del gurú super motivador, sin este video creo que hubiésemos abandonado el curso cada dia)
20.30 a 21.00 Meditacion en el Hall
21.00 a 21.30 Preguntas al Maestro
21.30 se apagan las luces y a dormir
La experiencia como verán, es única. Dudo que en algún otro momento vuelva a tener 10 dias completos de mi vida para dedicarlos solo a meditar, para hacer una profunda introspección y bucear en la mas profundo de mi ser y de mi mente, porque si bien la meditación consiste en aquietar la mente, los pensamientos, los recuerdos, las emociones brotan a flor de piel.
Agradecida profundamente de haber tenido esta oportunidad decidi aprovechar al máximo mi estancia en el Dhamma Setu, respetando las estrictas normas, aceptando y respetando las indicaciones que me daban, claro que nadie dijo que iba a ser fácil.
Son diez días en los que llevé la vida de una monja, recluida en el centro, sin ningún contacto con mis compañeros ni con el mundo exterior y el aislamiento es duro, porque la distancia se siente mas, y urge la necesidad de saber como están mi familia, mis amigos, y seres queridos.
Diez días sin dinero, sin hablar, sin escuchar una bocina, en contacto con la naturaleza, sin decir una puteada, respondiendo al llamado de la campana, comiendo lo que me servían en el plato (o intentando comer), caminando cabizbaja, sin reirme, sin cantar, sin hacer nada, salvo meditar. Hubo momentos de mucha paz y armonía, tuve tiempo de revisar muchas cosas, de experimentar la impermanencia en el propio cuerpo, de tratar de entender “que soy y que soy en el absoluto”. Y también hubo momentos en los que me quería ir a la mierda, la rebeldía afloraba en si ser y pensaba: esto es demasiado estricto para mi modo de vida occidental y mis pobres piernas que no están acostumbradas a esta postura, recordaba cuando le decía a Pau en el colegio: esto es una secta, nos están masificando. Me daban ganas de pararme y reirme, agarrar las cosas y mandarme a mudar, pero asi como la rebeldía emergia, también pasaba… y pensaba ya falta menos, un dia menos y entonces venia el discurso, la motivación, recordaba que esta oportunidad era única y me sentaba muy tranquila a meditar, las ultimas meditaciones del día para mi eran las mejores.
Algunas cosas interesantes que también me sucedieron estando en el Vipassana Center:
• A partir de la tercera noche, no pude dormir dormir mas de 3 horas seguidas, al principio se lo atribuí a los efectos secundarios de la mefloquina (el antimalaria que tomamos semanalmente), luego pensé que era la combinación de calor y hambre lo que no me dejaba dormir, o será que la mente y el cuerpo están tan descansados que no necesitan mas que unas pocas horas de sueño. ¿?
• Empecé a soñar con comida, esto es claramente un indicio de que tenía hambre, el problema no es que no nos dieran comida, todo, absolutamente todo estaba lleno de granos de pimienta negra y tiene un único sabor: picante. Por eso no podía comer, mas allá de que polenta y/o arroz con pimienta a las 6.00 am no es un desayuno típico. Ya estaba como la mina del reality que soñaba con el árbol de empanadas, yo me conformaba con unas tostadas con Casancrem y unos mates.
• Otro tema interesante es el idioma, todas las instrucciones son dadas primero en hindi, luego en ingles y luego en tammil, es extraño encontrarse a uno mismo reconociendo el ingles como su idioma y pensando todo el tiempo en ingles. Ademas de que el tammil es super gracioso, es la exageración del acento de Apu.
Fue una experiencia intensa, creo que estos días representaron un verdadero desafio para mi, experimenté realmente la fuerza de la voluntad, me inspiraba mucho recordar a mi madre que siempre dice: “con voluntad, con voluntad” y la frase de Gandhi “la fuerza no proviene de la capacidad física, sino de la voluntad indomable”.
Al finalizar el curso, pudimos charlar con las compañeras de meditación y sacarnos fotos, nosotras eramos las únicas 2 occidentales, asi que nos convertimos en el centro de la escena, todas venían a charlarnos, a preguntarnos por la experiencia.
Luego de esta grata experiencia dejamos el Dhamma Setu con mucha paz y armonía, contentas, felices y recargadas de energía. Gracias a todos por la buena vibra que nos mandaron estos días.
Para comenzar, la noche anterior llegó el monsoon y no paró de llover ni un instante, Chennai se quedó sin luz colapsada por la inminente inundación. Sumergidas unos 20 cm en agua, lodo, barro y no se que mas, caminamos con las mochilas a cuestas en busca del post office para enviar las postcards adquiridas recientemente en el Iskon Temple de los Hare Krishna, y luego de eso esperamos bajo el techo de un hotel que amainara un poco el temporal, algo que por supuesto, no sucedió.
El Dhamma Setu se encuentra alejado del centro de la ciudad, en una poco accesible zona rural, a la que llegamos luego de tomar el tren, caminar bajo la lluvia hasta la parada de micros completamente mojadas, por momentos cerraba los ojos por miedo a perder las lentes de contacto, y finalmente un rickshaw nos dejó en el lugar, o casi…. porque nos tiró en la ruta principal y tuvimos que bajar entre el barro, las vacas y los burros. Finalmente sorteamos todas las piedras del camino y llegamos al Centro, nadie dijo que esto iba a ser fácil.
El lugar es precioso, tiene un parque enorme rodeado de arboles, palmeras, plantas y flores, un puentecito que comunica el Dhamma Hall con la Pagoda y está completamente dividido el sector de mujeres y de hombres, de hecho cada sector tiene su camino, su edificio con las habitaciones y su propio comedor. En el único momento en que nos juntamos en mientras meditamos, pero cada uno tiene asignado su sector, el derecho es el de las mujeres y desde el primer momento te asignan un almohadón que se mantendrá en el mismo lugar hasta el último día.
Al llegar nos asignaron las habitaciones, nos pidieron que dejaramos bajo custodia los libros, la música, la compu, la cámara de fotos, y cualquier otro elemento de distracción y la comida. Con Mogas nos despedimos e hicimos los votos de silencio, durante los próximos 10 dias observaríamos “noble silence” que implica no solo no hablar, sino que tampoco se pueden hacer gestos ni siquiera establecer contacto visual con el resto de los meditadores.
Y aceptamos cumplir con el siguiente timetable:
4.00 am suena la campana de despertarse (si, si, de noche, en plena madrugada)
4.30 a 6.30 Meditacion en el Hall (que incluye escuchar durante media hora la grabación del guru cantando mantras con voz de ultratumba)
6.30 a 8.00 Desayuno y descanso (acá aprovechaba a dormir hasta que me tiraran la puerta abajo con la campana)
8.00 a 9.00 Group sitting (durante estas meditaciones nadie puede abandonar el Hall y se debe mantener la misma postura con firme determinación, como en zazen)
9.00 a 11.00 Meditacion en el Hall
11.00 a 13.00 Almuerzo y descanso (comía en 15 minutos y nuevamente me encerraba en el cuarto a dormir hasta que sonara la fucking campana nuevamente)
13.00 a 14.30 Meditacion en el Hall
14.30 a 15.30 Group sitting
15.30 a 17.00 Meditacion en el Hall
17.00 a 18.00 Te y descanso (esta era la ultima comida del dia, e incluia una fruta, te y arroz inflado)
18.00 a 19.00 Group sitting
19.00 a 20.30 Discurso (proyectaban un video del gurú super motivador, sin este video creo que hubiésemos abandonado el curso cada dia)
20.30 a 21.00 Meditacion en el Hall
21.00 a 21.30 Preguntas al Maestro
21.30 se apagan las luces y a dormir
La experiencia como verán, es única. Dudo que en algún otro momento vuelva a tener 10 dias completos de mi vida para dedicarlos solo a meditar, para hacer una profunda introspección y bucear en la mas profundo de mi ser y de mi mente, porque si bien la meditación consiste en aquietar la mente, los pensamientos, los recuerdos, las emociones brotan a flor de piel.
Agradecida profundamente de haber tenido esta oportunidad decidi aprovechar al máximo mi estancia en el Dhamma Setu, respetando las estrictas normas, aceptando y respetando las indicaciones que me daban, claro que nadie dijo que iba a ser fácil.
Son diez días en los que llevé la vida de una monja, recluida en el centro, sin ningún contacto con mis compañeros ni con el mundo exterior y el aislamiento es duro, porque la distancia se siente mas, y urge la necesidad de saber como están mi familia, mis amigos, y seres queridos.
Diez días sin dinero, sin hablar, sin escuchar una bocina, en contacto con la naturaleza, sin decir una puteada, respondiendo al llamado de la campana, comiendo lo que me servían en el plato (o intentando comer), caminando cabizbaja, sin reirme, sin cantar, sin hacer nada, salvo meditar. Hubo momentos de mucha paz y armonía, tuve tiempo de revisar muchas cosas, de experimentar la impermanencia en el propio cuerpo, de tratar de entender “que soy y que soy en el absoluto”. Y también hubo momentos en los que me quería ir a la mierda, la rebeldía afloraba en si ser y pensaba: esto es demasiado estricto para mi modo de vida occidental y mis pobres piernas que no están acostumbradas a esta postura, recordaba cuando le decía a Pau en el colegio: esto es una secta, nos están masificando. Me daban ganas de pararme y reirme, agarrar las cosas y mandarme a mudar, pero asi como la rebeldía emergia, también pasaba… y pensaba ya falta menos, un dia menos y entonces venia el discurso, la motivación, recordaba que esta oportunidad era única y me sentaba muy tranquila a meditar, las ultimas meditaciones del día para mi eran las mejores.
Algunas cosas interesantes que también me sucedieron estando en el Vipassana Center:
• A partir de la tercera noche, no pude dormir dormir mas de 3 horas seguidas, al principio se lo atribuí a los efectos secundarios de la mefloquina (el antimalaria que tomamos semanalmente), luego pensé que era la combinación de calor y hambre lo que no me dejaba dormir, o será que la mente y el cuerpo están tan descansados que no necesitan mas que unas pocas horas de sueño. ¿?
• Empecé a soñar con comida, esto es claramente un indicio de que tenía hambre, el problema no es que no nos dieran comida, todo, absolutamente todo estaba lleno de granos de pimienta negra y tiene un único sabor: picante. Por eso no podía comer, mas allá de que polenta y/o arroz con pimienta a las 6.00 am no es un desayuno típico. Ya estaba como la mina del reality que soñaba con el árbol de empanadas, yo me conformaba con unas tostadas con Casancrem y unos mates.
• Otro tema interesante es el idioma, todas las instrucciones son dadas primero en hindi, luego en ingles y luego en tammil, es extraño encontrarse a uno mismo reconociendo el ingles como su idioma y pensando todo el tiempo en ingles. Ademas de que el tammil es super gracioso, es la exageración del acento de Apu.
Fue una experiencia intensa, creo que estos días representaron un verdadero desafio para mi, experimenté realmente la fuerza de la voluntad, me inspiraba mucho recordar a mi madre que siempre dice: “con voluntad, con voluntad” y la frase de Gandhi “la fuerza no proviene de la capacidad física, sino de la voluntad indomable”.
Al finalizar el curso, pudimos charlar con las compañeras de meditación y sacarnos fotos, nosotras eramos las únicas 2 occidentales, asi que nos convertimos en el centro de la escena, todas venían a charlarnos, a preguntarnos por la experiencia.
Luego de esta grata experiencia dejamos el Dhamma Setu con mucha paz y armonía, contentas, felices y recargadas de energía. Gracias a todos por la buena vibra que nos mandaron estos días.
“May all being be happy”
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