No creo en las casualidades.
Tampoco sé si existe el destino o si hay un plan divino al que estamos atados por el sólo hecho de nacer.
Sólo sé que cuando las cosas se tienen que dar parecen resolverse mágicamente, cuando el carro anda los melones se acomodan solos, no?.
En cuanto se concrete les contaré de lo que estoy hablando, mientras tanto parece ser que partimos de Londres ahora, ¿Londres o Frankfurt?
Veremos, veremos y el lunes lo sabremos!!!
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